Es por eso que se me ocurre invitarte a realizar, al menos una vez cada 3 meses, el siguiente ejercicio que Tal Ben-Shahar propone en Being Happy:
Participa de conversaciones con gente mayor, que tengan un caudal de experiencias más grande del que tú tienes en determinada área sobre la que te interese aprender. Puede ser sobre la vida en general, sobre el matrimonio, sobre los hijos, sobre el trato con los jefes, sobre la conducción de personas, etc.
Pregúntales sobre sus propias experiencias en esa área, sobre las lecciones que les dejó la vida, sobre sus errores y aciertos, sobre sus derrotas y triunfos y sobre lo que hayan aprendido de ellos. Y simplemente escúchalos. Escucha profundamente lo que tengan que decir. Deja tu facultad crítica de lado, absorbe sus lecciones, escúchalos como un alumno sediento de conocimiento escucha a un maestro o maestra que admira. Ábrete a la sabiduría que sólo puede dejar la experiencia.
Al hacerlo no sólo aprenderás muchísimo sobre la vida, además le darás el regalo de tu valoración y respeto a ese anciano o anciana y cultivarás una actitud más positiva sobre el paso del tiempo y tu propia vejez.