
Si bien su origen es bastante incierto, se cuenta que en
1648 un viajero inglés que recorría Constantinopla descubrió un entretenimiento al que los pobladores del lugar llamaban
"maringiak": un enorme plato de madera con caballos del mismo material que
giraba sobre sí mismo. A este descubrimiento parece atribuirse el
origen del juego, aunque la etimología de su nombre -
calesita, carrousel, tiovivo...- recorrió otros caminos.
Para quienes estén desarrollando un
proyecto en el cual las calesitas estén incluídas, este sitio es especial para
descubrir su historia en el mundo y especialmente en Argentina. De la Ciudad de Buenos Aires se pueden reconocer las
calesitas de cada barrio porteño, indagar acerca de la historia de su creación y recrearla a través de
fotos actuales e históricas.