Una producción de Historias Cinematográficas para Canal Encuentro
Los sábados a las 20:00
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Producción General: Gianfranco Quattrini Dirección: Gianfranco Quattrini - Lucía Puenzo - Javier Olivera -
Leonel D’Agostino - Pablo Fendrik Idea original: Gianfranco Quattrini - Fernando Collazo |
Sinopsis:
Trece historias extraordinarias de gente ordinaria. El programa se trata de personas mayores, ancianos y ancianas con más de 70 años de vida transcurridos en el anonimato. En cada episodio se aborda la historia de un hombre o una mujer que, sin ser un prestigioso científico, una deportista célebre, un artista renombrado o una política de prestigio, tiene una historia personal y familiar digna de ser contada. Son personas de distintas partes del país, que han sido testigos de cambios políticos, sociales y tecnológicos, que han debido adaptarse al paso del tiempo, y de quienes tenemos algo que aprender.
SOBRE GENTE GRANDE
Desde que ideamos Gente Grande, nuestro objetivo principal era revalorizar el papel de los ancianos en la sociedad. Considerados históricamente por muchas culturas como los propietarios de la experiencia y la sabiduría, hoy –en la época del presente perpetuo– en su mayoría son tenidos como un estorbo. Con este proyecto buscamos fomentar la comunicación profunda y emotiva con nuestros mayores, y que la historia y la memoria asuman un rol clave en la construcción de una sociedad justa e inteligente. El programa rescata las experiencias de personas anónimas que han atravesado al menos ocho décadas de nuestra historia reciente, personas de distintas regiones del país y clases sociales, que han sido testigos de transformaciones políticos, sociales y tecnológicos, que han modificado radicalmente el mundo que descubrieron de niños. Con una percepción del tiempo tan diferente a la que reina nuestros días, realmente vale la pena detenerse un momento allí: es una generación bisagra que trae encima el siglo XX, y lo lleva en el cuerpo al siglo XXI. Haber podido adaptarse a estos cambios profundos y al paso de los años, sin duda ha dejado huellas fascinantes.
La búsqueda de los protagonistas de la serie atravesó un proceso extenso y diverso. Buscábamos personas cuya historia fuera singular y que en conjunto pudiéramos abarcar una pequeña muestra de la diversidad argentina. La matriz fue que tuvieran proyectos activos, inquietudes por el mundo presente, y sin duda un carisma especial, un encanto cinematográfico. ¿Por qué yo? ¿Qué tengo yo para que se haga un programa sobre mi? El hecho de que nosotros estuviéramos interesados en contar su historia les resultaba difícil de asimilar. Pero también había algo que los impulsaba a aceptar el desafío: la posibilidad de dejar su testimonio, un pequeño legado. Cada uno de los protagonistas se sumó con entusiasmo y humildad al proyecto, conscientes de ser guardianes de una memoria personal y colectiva valiosa de compartir. Y sin saber lo que venía, estuvieron dispuestos a que un equipo de filmación invadiera sus intimidades, para pedirles que se representaran a si mismos hoy, y bucearan en su archivo de recuerdos del ayer. El material de archivo personal, reelaborado en postproducción y contrapuesto con material histórico, obtenido del Archivo Histórico del Canal Encuentro y del Archivo General de la Nación, le da a la serie una identidad visual muy atractiva. Como generador y productor general, consideré enriquecedor que participaran distintos directores del proyecto y que cada uno pudiera aportar su mirada personal al conjunto. El intercambio con nuestros protagonistas proponía invariablemente una dinámica que implicaba indagar en sus emociones. Y es allí donde Gente Grande encontró su carácter propio y resultó tan inspirador para todos los que participamos en él.
Y ahora que, tras un largo periplo, finalmente se verá en las pantallas, deseamos que ayude a impulsar un diálogo con los adultos mayores que todos tenemos cerca, y aprovechar la oportunidad de disfrutar y aprender de la gente grande. Gianfranco Quattrini
GENTE GRANDE
- Venerando Ignoto – MAR DEL PLATA, PROV. DE BS. AS.
80 años. Nacido en Sicilia, de familia de pescadores, emigró solo hacia Mar del Plata de niño, en 1935. Su mundo es el mar, y siempre lo ha sido. Sigue activo en esta ruda profesión que lo apasiona y le da de comer. El capítulo tiene como eje los preparativos para la pesca, la labor en el mar en contraste con la intimidad de su familia, la pertenencia a la Asociación de Pescadores, y sobre todo, la lucha para que no se extinga el único medio de vida que conoce. Con el crecimiento de la pesca industrial los peces se han vuelto escasos. La falta de reglamentación, por corrupción, sobre la pesca de merluza en la década del ’90 lo perjudicó de manera directa. La actual reglamentación, que les impide a las pequeñas embarcaciones pescar a más de 15 kilómetros de la costa, ha complicado aún más las cosas.
Dirigido por Pablo Fendrik
- Luned y Tegai Roberts – GAIMAN, CHUBUT
79 y 84 años. Hermanas y matriarcas de la cultura galesa. Para toda la comunidad de Gaiman Luned y Tegai son las gestoras de la cultura y la memoria del pueblo galés. Tegai nunca se casó, aunque crió a sus sobrinos como si fueran sus hijos. Inventó el museo de Gaiman y hace décadas que conduce junto con Luned el programa de radio más escuchado por la comunidad. Luned es aún hoy la representante legal del colegio galés del que fue maestra y directora. Durante el capítulo las veremos en sus actividades “laborales” y cotidianas. Entrevistan para su programa radial a una visita ilustre, una cantante venida de Gales, que hará una presentación en la escuela. Las hermanas también comparten tiempo con su familia. La comunidad galesa fue una de las que pobló la Patagonia, preservando sus raíces y su cultura sin dejar de fusionarse con la cultura local.
Dirigido por Lucía Puenzo
- Carlos Huertas – CARLOS BEGUERI, PROV. DE BS. AS.
82 años. Nacido en Azul, Provincia de Buenos Aires. Dedicó su vida al campo. Reconocido asador, siempre tuvo a su cargo los asados en las bagualas del pueblo. Está divorciado y tiene 3 hijos. Actualmente vive con una novia y el hijo discapacitado de ella. Hace un año y medio lo operaron del corazón y no pudo dedicarse más a su actividad en los molinos. Pero hace un mes, en sociedad con un joven del pueblo, abrió la unica carnicería de Carlos Beguerí. En el año 63 con el cierre de los ramales del ferrocarril, el esplendoroso pueblo de Beguerí empezó a despoblarse. Carlos recuerda los años que pasaron entre la presidencia de Illia y el golpe de Onganía, los cambios vividos en esa época, y lo que significó para él y su familia quedarse en Beguerí. Hoy, le enseña el oficio a su joven socio y juntos dan forma a un proyecto laboral que une dos generaciones muy distintas.
Dirigido por Leonel D’Agostino
- Bendita Berlín – CAPITAL FEDERAL
93 años. Una mujer con una energía singular cuya vida a ha tenido grandes vuelcos. Cuando tenía 35 años, tras una crisis económica familiar, debió encontrar un medio de vida para sostener su familia y armó un taller de costura con el que se mantuvo durante 30 años. Posteriormente, casi por casualidad, se convirtió en actriz y contadora de cuentos. A contrapelo de su época, Bendita logró ser autónoma y sostener un proyecto laboral a pesar de las dificultades de género. Durante el capítulo, Bendita es contratada para contar un cuento zen en un geriátrico. Para encontrar material recurre a internet pero como no sabe usar una computadora, pide unas clases a su nieto. Además visita el museo de inmigrantes y rememora la llegada de su padre a la Argentina, un inmigrante judío ruso que huía de los pogromas.
Dirigido por Javier Olivera
- José Muñoz – DELTA DEL TIGRE, PROV. DE BS. AS.
82 años. José Muñoz trabajó toda su vida. Hizo de todo hasta que encontró su lugar en el mundo: el Delta del Paraná. Allí se estableció con su mujer y nunca más salió de allí. A pesar de ser una vida difícil, sin agua potable, luz o gas, no la cambia por la vida urbana. Allí José y su familia viven una vida sana y sencilla. La cotidianeidad de la vida simple de José se ve alterada por la celebración de su cumpleaños número 82. Sus hijos llegan en lanchas desde otras islas. Durante la mañana todos se dedican a los preparativos: pescan, hacen una torta, etc. Tras el festejo, se larga la lluvia. José despide a su señora y se queda solo. José rememora el desarrollo económico en la zona gracias a la recolección de la fruta y la explotación controlada de la madera. Y cómo la industrialización frenó la actividad y causó un éxodo de 30.000 habitantes del Delta por desocupación.
Dirigido por Javier Olivera
- Marta Abaca – RAMALLO, PROV. DE BS. AS.
76 años. Marta fue durante década la enfermera que viajaba en la única ambulancia de Ramallo, a 100 kilómetros de Rosario. Todo el mundo la conocía. Hasta que la tragedia la hizo encontrarse con su hija en un accidente de tránsito. Después de verla morir en sus brazos, Marta dejó su trabajo y se dedicó a crear un comedor para alimentar y enseñarle a leer y escribir a decenas de niños de Ramallo. Pero tuvo que cerrar el comedor porque la intendencia dejó de pagarle el alquiler de un galpón. Pero Marta no se dio por vencida, con el apoyo de vecinos y los niños mayores del comedor, logró abrir un nuevo comedor. En el capítulo la vemos a Marta en su trabajo de enfermera, visitando pacientes en el pueblo, mientras se prepara para el Día del Niño, donde decenas de personas del pueblo se reunirán para celebrar junto a ella.
Dirigido por Javier Olivera
- Roberto Pagura – CAPITAL FEDERAL
81 años. Roberto es arquitecto y fanático del ajedrez, al que le han encargado el diseño del museo del Club Argentino de Ajedrez, y debe realizar la presentación del proyecto. Jubilado, y separado de su mujer, Roberto encontró sentido a su vida en la elaboración de una revista de ajedrez que circula gratuitamente por Internet. Roberto es un histórico militante del partido socialista. El día 15 de abril de 1953, fue testigo del incendio de la Casa del Pueblo y fue llevado preso por “disturbios” que no realizó. Pasó 90 días en Villa Devoto. Roberto rememora su vida durante el final del segundo gobierno de Perón. Durante el capítulo, Roberto termina los detalles para la presentación, y revela su estrategia para vivir el presente: alimentar un sinnúmero de proyectos, desde la revista que edita, los cuentos que escribe, los planos de arquitectura que corrige en la computadora de su casa, los partidos de ajedrez en la plaza, y otras tantas actividades, que lo ayudan a mitigar su soledad y seguir adelante cada día. Hacer, hacer, hacer.
Dirigido por Gianfranco Quattrini
- Frida Kaplan – CAPITAL FEDERAL
77 años. Eutonista, inventora del método de Embarazo eutónico, Frida le dedica la vida a sus clase, pacientes y a su actividad solidaria. A los 20 años, perdió a su primer hijo por muerte súbita, y su vida quedó marcada por esa pérdida: decidió dedicarle sus días a enseñarle a otros padres como tocar a sus hijos. Le dedica su vida a sus clases y pacientes: prepara parejas parturientas, le enseña a los padres el toque eutónico en sus recién nacidos, le enseña eutonía a parteras del Hospital Posadas. Dice que lo más importante es multiplicar: pasarle sus saberes a otros. Frida tuvo una vida repleta de desvíos y vitalidad: fue una prestigiosa actriz en el Teatro de los ‘60, pareja artística de Klosas y Caicedo. Rememora sus épocas de ascenso a la fama, interrumpidas por su cambio de vida.
Dirigido por Lucía Puenzo
- Ernesto Piedrafita – SAN ANTONIO OESTE, RIO NEGRO
76 años. Ernesto Piedrafita pasó la mitad de su vida a bordo de su zorrita, controlando las vías de nuestro ferrocarril. Su amigo Adolfo Fragoza (84 años) aprendió el oficio de telegrafista de su padre, y defiende su oficio como la mejor forma de comunicación. Los dos confiesan que siempre creyeron en un modelo de país uniera todas las provincias con una misa red ferroviaria. Después de cuarenta años de oficio, a Ernesto le llegó el día de su retiro: su último viaje en zorrita, la despedida de sus amigos, su jubilación. Su familia se prepara para agasajarlo. Adolfo su amigo historiador, telegrafista retirado, tiene un proyecto para proponerle: que escriban juntos un libro de investigación sobre cien descarrilamientos de la Patagonia. Hay oficios que han desaparecido con la llegada de la modernidad: el telégrafo, los inspectores ferroviarios que controlaban las vías de nuestra red ferroviaria son algunos de ellos. Ya jubilados, varios hombre que le dedicaron su vida a esos oficios los recuerdan con la misma pasión con la que los vivieron.
Dirigido por Lucía Puenzo
- Rosa Montoya – SAN FERNANDO, PROV. DE BS. AS.
78 años. Rosa vive en el Barrio San Jorge, una villa de la localidad de San Fernando. Ahí es una de las delegadas del barrio ante las ONG que coordinan los planes de urbanización. Es viuda, vive con un hijo desempleado, tiene varios nietos y bisnietos. De joven Rosa se vino a vivir a Buenos Aires desde Córdoba, y su vida cambió con la llegada de “Evita y Perón”. Militante activa aún hoy, Rosa recorre las calles del Barrio San Jorge junto a los representantes de una ONG que trabaja en la urbanización del barrio. Están preparando la inauguración de una plaza. En los ratos libres Rosa cura el empacho y tira las cartas. Rosa es diminuta (mide 1,45m) pero parece enorme por la fuerza que demuestra.
Dirigido por Javier Olivera
- Rubén Bonicatto – LA PLATA, PROV. DE BS. AS.
81 años. Rubén dedicó su vida al trabajo y a la familia. En sus caminatas diarias por La Plata observa los frentes de los edificios que él construyó y las edificaciones que admira. Heredó de su abuelo y de su hermano un oficio en extinción: el de constructor de frentes. Un trabajo artesanal aprendido y transmitido de generación en generación. Su abuelo trabajó en la construcción del arco de la Catedral. Es apolítico aunque defiende el anarquismo por su preocupación por educar al pueblo. Es feroz en sus opiniones acerca de política y religión. En la escuela católica vio las diferencias sociales y eso lo convirtió en un acérrimo antirreligioso. Al punto de negarse a entrar a la iglesia cuando su hijo se casó. Rubén trabajó gran parte de su vida en YPF, conoció su apogeo y decadencia. Sufrió represalias por denunciar a empleados corruptos. Y vio cómo preparaban el terreno para la privatización. Es un defensor de YPF como patrimonio del pueblo. Habitualmente hace asados o pastas para sus ex compañeros de trabajo en YPF, en donde entre vinos y risas recuerdan los entretelones del trabajo y vicisitudes de una empresa sacudida por tantos vaivenes políticos.
Dirigido por Leonel D’Agostino
- Chela y Fidel Kiteber – VILLA TESSEI, PROV. DE BS. AS.
85 y 94 años. Fidel trabajó toda su vida como operario de fábrica, y vivió el apogeo de la agro-industria argentina en las décadas del 40 y 50, que trajo consigo el crecimiento demográfico de la Provincia de Buenos Aires. Con un plan de vivienda estatal, Fidel construyó con sus manos junto a compañeros, el barrio donde vive hoy. Al jubilarse se dedicó a la carpintería en el taller de su casa, fabricando muebles y juguetes de madera para sus nietos. Su esposa Chela, ama de casa, postergó toda su vida el estudio, pero a los 84 se recibió del secundario en una escuela del sindicato del canillitas y quiere seguir estudiando. Durante el capítulo, mientras la transformación de su barrio, Fidel prepara un último juguete para su nieto “ucraniano” que va a venir a visitarlo de España. Y decide dejarle a su mesa de trabajo como legado a otro nieto, que heredó su pasión por el trabajo en madera. Chela busca nuevas alternativas para seguir sus estudios, y da su primera clase como maestra en la escuela donde estudió.
Dirigido por Gianfranco Quattrini
- Virginio Colki - HUMAHUACA, JUJUY
90 años. Conocido como “El Chango Llamero”, Virginio nació en la montaña y quedó huérfano a los 10 años. Con sólo 14 años de edad, Virginio se fue a trabajar a Mina Aguilar (1935). Colki recordará sus días en la mina durante la década del ’30, las condiciones laborales y la explotación infantil. Trabajó en la mina durante cinco años, hasta que llegó el momento del servicio militar. Allí aprendió su oficio. Desde hace más de 70 años trabaja como zapatero en un pequeño pueblo de Humahuaca. Con antepasados aborígenes, Virginio es un hombre urbano y religioso. Cada viernes, Virginio viaja del Humahuaca, donde que trabaja toda la semana, a su casa de la ciudad de San Salvador de Jujuy, donde vive su mujer. Ella está mal de salud, y Virginio dedica los dos días en los que no trabaja para acompañarla, cuidarla, e ir con ella a misa, como en los últimos 40 años. Al llegar el lunes, Virginio debe despedirse y volver a la rutina del trabajo.
Dirigido por Gianfranco Quattrini
Esta es una recopilación de los recorridos 3D realizados sobre fotos viejas de los personajes del programa Gente Grande, que se emite en Canal Encuentro.