Origen
La palabra "folklor" fue creada por el arqueólogo inglés William John Thoms el 22 de Agosto de 1846. Etimológicamente deriva de "folk" (pueblo, gente, raza) y de "lore" (saber, ciencia) y se designa con ella el "saber popular". La fecha coincide, en Argentina, con el nacimiento de Juan Bautista Ambrosetti (1865-1917), reconocido como el "padre de la ciencia folklórica".
El romanticismo del siglo XIX reaccionaba contra el intelectualismo de épocas anteriores y permitía así surgir el estudio sistemático y metódico de las manifestaciones culturales del pueblo, es decir, del folklore. Así William John Thoms crea el vocablo folklore, que vio la luz el 22 de agosto de 1846. La primera revista de corte científico dedicada al folklore, fue Folklore Record, publicada entre 1878 y 1882 por la Folklore Society de Londres, institución surgida hacia fines de ese siglo.
El Primer Congreso Internacional de Folklore se realizó en la ciudad de Buenos Aires en 1960. A dicho evento, presidido por el argentino Augusto Raúl Cortazar, asistieron representantes de 30 países que instauraron el 22 de agosto como Día del Folklore.
Para que un hecho reúna la esencia de lo folKlórico debe cumplir con ser popular, tradicional, colectivo, funcional, empírico.
Los hechos y fenómenos tradicionales de un pueblo se manifiestan en diversos aspectos:
- Materiales: como son la vivienda, la vestimenta, la comida, los instrumentos musicales, entre otros.
- Inmateriales: como la música, la danza, los cuentos, leyendas, supersticiones, refranes, creencias, entre otros. También hay que tener en cuenta las manifestaciones sociales, religiosas y estéticas.
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El emblema que representa a los folkloristas argentinos es el ÁRBOL y ha sido aprobado por el Primer Congreso Nacional de Folklore, celebrado en Buenos Aires en el mes de Noviembre de 1949, fue ideado por Rafael Jijena Sánchez, y llevado a la realidad por el pintor Guillermo Buitrago en 1939.
La explicación dada es la siguiente:
Se quiere representar la disciplina folklórica en un árbol por su antiguo y hondo simbolismo; como el árbol, el folklore hunde sus raíces en la tierra nutricia, es decir en la Tradición.
Extiende tres ramas hacia un lado y una hacia el otro. Las primeras representan el pensamiento, el sentimiento y la imaginación del pueblo, y, la cuarta, la obra de sus manos. Una banda envuelve al tronco y a las ramas, con la inscripción: "Que y cómo el pueblo piensa, siente, imagina y obra".
Las pocas hojas del árbol expresan la juventud primaveral de la ciencia.
Las palomas: la unión de lo espiritual y lo material en el amplio cuadro del folklore.
La explicación dada es la siguiente:
Se quiere representar la disciplina folklórica en un árbol por su antiguo y hondo simbolismo; como el árbol, el folklore hunde sus raíces en la tierra nutricia, es decir en la Tradición.
Extiende tres ramas hacia un lado y una hacia el otro. Las primeras representan el pensamiento, el sentimiento y la imaginación del pueblo, y, la cuarta, la obra de sus manos. Una banda envuelve al tronco y a las ramas, con la inscripción: "Que y cómo el pueblo piensa, siente, imagina y obra".
Las pocas hojas del árbol expresan la juventud primaveral de la ciencia.
Las palomas: la unión de lo espiritual y lo material en el amplio cuadro del folklore.