EL JARDÍN ZOOLOGICO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES - Su historia

Desde su creación, el Zoo de Buenos Aires ha tenido un destacado lugar dentro de la cultura ciudadana y tuvo desde sus orígenes la intención de participar activamente en el desarrollo social y cultural del entorno. En aquellos tiempos no era común que un zoológico tuviera otros fines más allá del entretenimiento o de presentar una completa colección animal. Era obligación de todo zoo tener las especies más exóticas y atractivas, y si bien, nuestro zoo fue pionero en exhibir especies únicas, supo combinarlo con otros objetivos que lo convirtieron en un importante referente en manejo de fauna en ambientes controlados, como estudios e investigaciones, base de trabajos, revistas científicas, y de reconocimientos internacionales, y un extenso número de originales monumentos y recintos que representan estilos de diferentes rincones del mundo.

Ubicación: Avenidas Sarmiento y Las Heras.

Antecedentes:
En 1874, el Presidente Domingo Faustino Sarmiento presentó al Congreso Nacional un proyecto de creación de un paseo público en las tierras de Palermo, que pertenecieron al Gral. Juan M. De Rosas. El mismo se llamó “Parque Tres de Febrero”, en conmemoración de la batalla de Caseros.
El Parque se inauguró oficialmente el 11 de noviembre de 1875. Contaba con una sección zoológica provista de animales donados por su fundador.
En el año 1888, se decretó la transferencia del Parque Tres de Febrero al ámbito de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, y es el intendente Dr. Antonio Crespo quien destina este predio a la formación de un “Jardín Zoológico y Botánico”.
El 20 de septiembre de ese mismo año se nombró Director al Dr. Eduardo Holmberg, quien proyectó la ubicación de los jardines, lagos y trazados de las avenidas.
En ese momento la colección incluía 53 especies de diferentes partes del mundo, conformada por 650 animales.
Durante la presidencia del Gral. J. A. Roca, Clemente Onelli popularizó el zoológico, incrementando las visitas de 1.500 a 15.000.
Al morir Onelli en 1924, es reemplazado por Adolfo Holmberg, quien impulsó la supresión de jaulas y procuró que los animales estuviesen en semicautiverio, separados del público por fosas y zanjas.
En 1983 el zoológico pasa a pertenecer a la Secretaría de Cultura de la Municipalidad. En 1991 se privatiza.
En el Acuario del Zoo, estaba muy cerca de los simpáticos pingüinos y podías observar diferentes especies de río y mar en las gigantes peceras, en las que incluso vivían las temibles pirañas. Ahora también podrás ver a los tiburones del Mar Argentino junto a otros peces de aguas saladas, tales como rayas, besugos, meros, corvinas negras, bagres marinos, y contemplar a los exóticos y hermosísimos peces tropicales. Se disfruta de un magnífico Espectáculo Didáctico con los protagonistas más divertidos: los lobos marinos. Todavía hoy se puede realizar un paseo en barco, navegar el lago Burmeister y disfrutar de un recorrido en donde poder apreciar a los Lemures que habitan en la isla.
En el zoológico se abrieron las puertas del “Corazón de la Selva”, en medio de la ciudad.
Uno de los edificios más antiguos del Zoo, la vieja osera, se convirtió en el albergue de la flora y fauna que conforman la Selva Subtropical. A través de un recorrido que asciende a través de los diferentes estratos de la selva, ahora, puede sentirse sumergido en un ambiente real, percibiendo la temperatura de este hábitat y admirando el sonido de su cascada. Además, se puede atravesar este mundo exótico, cruzando un gran puente colgante que se extiende por sobre un lago.
Cuenta a su vez, con un reptilario con fascinantes criaturas que habitan la Tierra hace millones de años.
Además de las distintas especies animales, traídas de todo el mundo, este zoológico ofrece un espectáculo diferente si vemos las "residencias" de los animales, como el pabellón gótico de los osos, el palacio francés con sus techos de pizarra que alberga a los leones. Los elefantes tienen un enorme edificio de casi 1000 metros cuadrados que es la reproducción de un templo de Bombay. Es tan exótico, como didáctico, como artístico rodeado de grupos escultóricos y fuentes. También tiene su Teatro del Zoológico famoso por sus títeres y marionetas.
 
El zoológico en la actualidad:
Para el cuidado de la ecología y el medio ambiente el Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires impulsa diversos Proyectos de conservación, preservación y reproducción de especies. Un lugar en donde los chicos pueden aprender y divertirse observando los 2500 ejemplares de las 350 especies presentes.
El Zoo lleva adelante proyectos de investigación, conservación y educación y participa en la concreción de los objetivos propuestos por “La Estrategia Mundial de la Conservación” preparada por la UICN (Unión Mundial de la Conservación), UNEP (Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente) y WWF (Fundación Mundial para la Naturaleza).
El Zoo de Buenos Aires es hoy activo partícipe de todo aquello que tienda no sólo a la conservación y preservación del medio ambiente. Fortalece y estimula la investigación y el desarrollo educativo, dentro y fuera de su entorno institucional, incentivando el acercamiento de niños y adultos a la problemática ecológica mundial, demostrando que es posible hacer aportes valiosos,  desde muchos y variados lugares. 

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