Los juegos indígenas son actividades corporales, con características lúdicas, y que en la práctica transmitían los mitos, los valores culturales y por tanto congregan en si mismos el mundo material e inmaterial de cada etnia. Requieren un aprendizaje específico de habilidades motoras, estrategias y generalmente se practican durante los actos ceremoniales, en rituales, para agradar a un ser sobrenatural, para conseguir la fertilidad, la lluvia, alimentos, salud, acondicionamiento físico, triunfo en las batallas, entre otros. Sirven también de preparación de los jóvenes para la vida adulta, a la socialización, a la cooperación y para la formación de los jóvenes guerreros.Los de los pueblos indígenas, representan la culminación del Proyecto de Investigación llevado a cabo sobre los juegos practicados por los pueblos indígenas del Brasil, presentado por el GI de la Universidad Politécnica de Madrid(Grupo deinvestigación en Ciencias Sociales aplicadas a la Actividad Física y al Deporte) y la Universidad de Campinas (Centro de Memoria y laboratorio de Antropología cultural de la Facultad de Educación Física), dentro trabajo realizado por este grupo a partir de la Cátedra Latinoamericana de Cultura y Deporte Popular en relación a la recuperación de la memoria histórica del Brasil.
En el transcurso del proceso de contacto con otras etnias, especialmente con los colonizadores y recientemente, con la sociedad contemporánea, se producirán cambios significativos en las sociedades indígenas. Algunos juegos se mantendrán, otros dejaran de practicarse y otros serán vaciados de sentido socio-cultural original. El reconocimiento tardío de la riqueza de las culturas de los pueblos indígenas que forman parte de la construcción de la ciudadanía brasileña, anima a retomar de nuevo esos juegos tradicionales y su significado en el contexto actual.
El proceso de recuperación de esta memoria histórica, enriquece la diversidad cultural con la incorporación de estos juegos tradicionales a la cultura brasileña, junto con aquellos que vinieron de fuera: el juego de la peteca, la chueca, la soga-tira, el palín o el fútbol.
Antecedentes
No existe aún consenso acerca de cómo y cuándo llegaron los primeros humanos
a América. Algunas teorías sostienen que fue hace 12 mil años, mientras que otros
investigadores defienden que fue más bien hace 48 mil años (Niéde Guidon y el equipo
de investigación de Sao Raimundo Nonato en Piauí).
Con respecto a la ruta de llegada, la mayoría asegura que el principal camino
habría sido el estrecho de Bering, que en esa época estaría congelado, formando un gran
puente. Si esa fue la principal vía de acceso, con toda certeza debe haber habido varias
migraciones, algunas bastante antiguas. Otra posible vía de acceso pudo haber sido a
través del océano Pacífico, navegando de isla en isla.
Las investigaciones llevadas a cabo por Walter Neves en Brasil hallaron los
restos óseos de una mujer, bautizada con el nombre de ‘Luzia’. Estos restos datan de 12
mil años y fueron encontrados en Lagoa Santa, Minas Gerais. Muestran que estas
poblaciones tenían rasgos negroides y no mongoles, aproximándose más a las
poblaciones de África o del Pacífico sur, que a las asiáticas y nativas americanas.
Este hallazgo demuestra que probablemente tuvieron lugar migraciones
anteriores a las realizadas por las poblaciones mongoles. Pero… ¿grupos humanos
semejantes a Luzia fueron sustituidos por poblaciones semejantes a los indios actuales o
simplemente fueron asimilados?... La falta de consenso demuestra que aún queda
mucho por descubrir e investigar y que claramente no fueron los españoles, ni los
portugueses quienes descubrieron estas tierras.
Podemos dividir la historia de América en tres periodos:
Periodo arcaico: Se inicia con la llegada de los primeros pobladores (paleoindios), hace
casi 48 mil años y termina aproximadamente hace 5 mil años con la entrada de nuevas
olas migratorias.
Periodo antiguo: Comienza hace 5 mil años con la llegada de las olas migratorias
mongoles y asiáticas y finaliza en el año 1492 de nuestra era.
Periodo de pos-conquista: Parte del año 1492 y continúa hasta nuestros días.
En el periodo arcaico, los grupos humanos eran nómadas y recolectores,
fabricaban herramientas en piedra lacada y se refugiaban en cavernas, debido al clima
frío que caracterizó esta época. Destacan las primeras manifestaciones en pinturas
rupestres y el papel del fuego, usado tanto para combatir el frío, como para ahuyentar a
animales salvajes.
Ya en el periodo antiguo conviven grupos de diferentes características,
horticultores, agricultores, ceramistas y sociedades muy complejas capaces de crear en
un futuro los grandes imperios. El paso de la recolección a la agricultura, ha recibido el
nombre de ‘Revolución Verde’, pues no sólo alteró los hábitos alimentarios, sino
también la vida social y religiosa de los pueblos. De este modo, las fiestas pasaron a ser
reguladas por las épocas de recolección. El almacenamiento y conservación de los
productos exigirá el desarrollo de nuevas técnicas. Las tareas de preparación de la tierra
para las plantaciones (tala en zonas forestales) fue tarea de hombres, mientras que las
tareas de plantación y recolección fue tarea de las mujeres. De este modo, la tierra y los
productos agrícolas comenzaron a formar parte del imaginario de muchos pueblos.
La necesidad de almacenamiento y preparación de los alimentos propició el
desarrollo de una nueva técnica: la cerámica. Esta técnica se desarrolla no sólo para
elementos utilitarios, sino también para elementos decorativos y rituales. La región del
Amazonas fue un importante centro difusor de esta nueva tecnología; destacan las
grandes culturas ceramistas de Marajó y Santarém.
La primera cultura importante pre-colombina del continente americano floreció
en la actual zona de Perú, sobre el 1.000 a.c: Cultura CHAVIN. Su nombre deriva de un
inmenso templo construído en Huántar. Existía una clara división social, lo que exigía
una agricultura bastante desarrollada. Además del maíz, se cultivaban también otras
plantas como el aguacate y la calabaza. Más o menos por la misma época, sobre el
1.500 a.c, tenía lugar un proceso semejante en América Central con la cultura
OLMECA, que surgió a lo largo del Golfo de México. Los Olmecas estaban
organizados en una sociedad bastante compleja y no igualataria.
De este modo, en estas regiones comenzó a desarrollarse la vida urbana mucho
antes de que aparecieran los grandes imperios de los pueblos aztecas e incas.
Destacando así otras culturas como la NAZCA, en la costa sur de Perú (200 a 600 d.c);
Imperio TIAHUANACO, junto al lago Titicaca, en los altiplanos de Bolivia; Reino
CHIMU (1.200 a 1.400 d.c), más importante ciudad pre-incana de la costa peruana;
TEOTIHUACÁN, ciudad de los dioses, situada en el valle de México, centro de un
importante imperio (400 a 600 d.c).
La vida urbana favoreció el desarrollo tecnológico, pues era necesario encontrar
nuevas soluciones para los desafíos consecuentes del crecimiento poblacional: canales de agua, terrazas para evitar la erosión, parte del excedente se comercializaba en ferias y otra parte se almacenaba… Destaca la construcción de grandes obras, como templos, fortalezas, palacios y calles.
El poder político estaba en manos de una clase dirigente formada por una
burocracia gubernamental, por el clero y por los miembros del clan del emperador.
Había también un ejército que recibía una remuneración por servir a las clases
dirigentes tanto en épocas de guerras, como de paz. Como en Egipto, el emperador era
considerado hijo de Dios, lo que aumentaba su poder y autoridad. La sociedad se
organizó en forma de Estado. El poder jurídico, el económico y el religioso eran
ejercidos según los intereses del emperador y la clase dirigente.
Los pueblos escandinavos llegaron al continente americano quinientos años
antes que Cristóbal Colón. Desembarcaron en las tierras que hoy pertenecen a Canadá,
donde posiblemente entraron en contacto con los nativos que vivían allí. Hay pocos
vestigios de esa visita, por lo que no debe haber afectado la vida de aquellos pueblos.
Un nuevo contacto entre europeos y americanos tuvo lugar algunos siglos
después. Los pueblos que llegaron (portugueses, españoles y después ingleses, franceses y holandeses) marcaron para siempre a los que allí vivían. Los europeos del siglo XV estaban viviendo una revolución económica: Ésta no giraba ya tanto en torno a la agricultura, como al comercio y a una incipiente manufactura. Así los contactos comerciales y la compra y venta de mercancías comienzan a adquirir gran importancia.
El reino de Portugal se orientó hacia el mar. Dos grandes expediciones fueron
iniciadas hacia Oriente: Vasco de Gama (1.497) y Pedro Álvarez Cabral (1.500). Éste
último partió con órdenes del rey Don Manuel para ocupar oficialmente nuevas tierras
que quedaban al oeste, antes de que los españoles llegasen. Como el objetivo del viaje era militar, Cabral estuvo poco tiempo en estas tierras, sin llegar a saber qué riquezas poseían.
La Iglesia apoyó todas estas expediciones, ya que de este modo podía difundir el Evangelio. Por ello, la religión se convirtió en la gran aliada de los conquistadores. Era una nueva cruzada, no ya contra los árabes, sino contra los pueblos considerados "paganos" y "salvajes".
España también se lanzó en busca de un camino hacia las Indias. En lugar de
continuar costeando África, como los portugueses, Cristóbal Colón partió hacia
Occidente descubriendo América en 1.492. Este descubrimiento resultó ser una disputa
internacional entre españoles y portugueses, la cual se resolvió con el Tratado de
Tordesillas (1.494): El mundo quedó dividido entre españoles y portugueses. Por este motivo, los portugueses pudieron conquistar esas tierras, como si fuesen sus legítimos propietarios.
Es bastante difícil calcular la población que habitaba en Brasil en la época de la
invasión europea. Eran muy numerosos, tanto que los europeos no se cansaban de
admirar la cantidad de aldeas encontradas a ambos lados del río (Amazonas). Se calcula que en el Amazonas vivían 2 mill de individuos y un millón y medio en el resto del continente, por lo que en total había en torno a 3 mill y medio de habitantes.
Con la llegada de los conquistadores se produjo una reducción en el número de
habitantes. Murieron a causa de guerras, enfermedades traídas en primer lugar por los europeos y después por los esclavos traídos de África para trabajar en la industria del azúcar (sarampión, fiebre amarilla…). El genocidio practicado a los pueblos indígenas ha sido uno de los mayores crímenes de la humanidad, aunque en este lado del Atlántico dicho hecho haya sido más o menos divulgado. De 3,5 mill de indios, actualmente sólo quedan 500 mil aproximadamente, esparcidos en pequeños grupos por el territorio brasileño.
En esta época se producen continuas guerras contra los indígenas para ocupar
sus territorios, capturarlos y venderlos como esclavos. De hecho, había gente
especializada en capturar a los indios, como eran los bandeirantes.
La actitud de los jesuitas y de otras órdenes religiosas fue bastante dudosa en
relación a la cuestión indígena. Por una parte se posicionaron en contra de la esclavitud indígena, pero por otro lado los destinaron a las aldeas cristianas donde, no los convertían en esclavos, pero sí los obligaban a renunciar a sus creencias y tradiciones, a través de la catequesis; era prácticamente otro tipo de esclavitud. Los indígenas que habitaban en estas aldeas perdían sus tradiciones y eran asimilados a la sociedad colonial, convirtiéndose en muchas ocasiones en auténticos aliados de los portugueses, no sólo en la represión de los esclavos negros, sino también contra las naciones indígenas enemigas. De este modo, comienza a tener lugar también un claro mestizaje entre las diversas culturas que allí habitaban, europeos, indígenas y negros.
A finales del siglo XVI Sao Paulo era una pequeña villa que albergaba a 120
individuos. Las expediciones, que recibieron el nombre de Bandeiras (caza de esclavos),se convirtió más tarde en un negocio muy rentable. A partir de 1.580 y de forma sistemática el valle de Paraíba, el sur de Minas y Paranapanema fueron devastados.
Las misiones o reducciones jesuitas, surgieron en el año 1.610 por iniciativa de
los jesuitas españoles en la provincia de Paraguay, pretendían orientar a los indígenas a su manera y protegerlos contra la esclavitud. El lugar escogido fue la provincia de Guairá, en el actual estado de Paraná y Mato Grosso del sur. En poco tiempo la población fue aumentando y en 1.620 ya había casi 30 mil indios viviendo en esas misiones. Los Guaraní se sometieron a las estructuras de las misiones para protegerse del comercio esclavista.
Juego Mbya Guaraní Jaguarete (Yaguareté) en la Aldea Fortín Mbororé |
En esta comunidad los hombres eran hábiles trabajadores y las
mujeres se mostraban dóciles, convirtiéndose así mismas casi en esclavas domésticas y concubinas. Este fue el origen de una población mestiza muy fuerte en Sao Paulo, la cual hablaba una lengua llamada Tupi paulista (que se mantuvo hasta el siglo XVIII, cuando los idiomas indígenas fueron prohibidos por el rey de Portugal).
Los primeros ataques a las reducciones de Guairá fueron realizados por las
Bandeiras guiadas por Manoel Preto, que en 1.623 dejaron Sao Paolo prácticamente
despoblada de hombres, capturando a 3 mil personas para llevarlos a las haciendas de
plantaciones. A continuación, en 1.628 las reducciones de Guairá fueron arrasadas y convertidas en cenizas y los padres jesuitas fueron encarcelados con los indios. Otros huían hacia otras regiones, como Tape o el actual Río Grande del sur, pero los
bandeirantes llegaron a estos lugares igualmente, capturando a 1.500 guaraníes y
llevándolos prisioneros a Sao Paolo.
Autores: Manuel Hernández Vázquez, Diana Ruiz Vicente, Maria Beatriz Rocha Ferreira, Matilde Arroyo Parra, Vera Regina Toledo Camargo, Francisco de Paolis, Roberta Tojal - MUSEO DEL JUEGO
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